Según nos hemos enterado, la niña queria un iPod Touch desde hacía mucho tiempo y tenía tantas ganas de él, que guardó dinero desde su cumpleaños y su paga semanal para comprarlo.
La niña se iba entristecida a vista del empleado, que unos segundos después de hablar con el encargado fue detrás de ellas para decirle que harían una excepción.
Después de la compra del iPod, ya luego de pagarlo y a vista de todos los empleados, el gerente pidió a todos los empleados que le dieran un aplauso por ahorrar su dinero para comprar un artículo tan caro hoy en día para muchos.
La niña se despidió súper contenta y llamó a su padre corriendo para contarle la historia.
La historia contada por el padre y publicada por The Consumerist la tenéis aquí.
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